Una característica de nuestro satélite es que sus movimientos de rotación y de traslación tienen la misma duración, lo que supone que desde la tierra siempre se vemos la misma "cara" de la Luna. Sólo con las fotografías que han tomado los satélites artificiales hemos podido llegar a ver toda su superficie. El vídeo es un montaje con fotografías tomadas por un satélite de la NASA.
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